En Cataluña ya se ha votado y el
Apocalipsis no ha llegado. Tampoco ha llegado la independencia aunque algunos
intenten hacer la cuenta de la vieja para que les salgan sus cuentas y apaños
en la Generalitat. Los otros también maniquean las cifras pensando únicamente
en las próximas elecciones y no en buscar soluciones. No hay ganadores ni
perdedores porque las democracias dejan de serlo cuando hay vencedores y
vencidos, pero sí queda una sociedad
catalana partida en dos que a su vez también se divide con el resto de España.
Esta progresión divisoria hacia ninguna parte debería ser el principal asunto
de Estado a resolver en este momento antes de ponerse a hacer cálculos,
inauguraciones y fichajes estrella para la gran final del veinte de diciembre.
La convivencia tiene unas reglas que todos debemos respetar y sería bueno que
el Partido Popular, como máximo responsable del gobierno de toda España,
empezase dando ejemplo invitando a irse de vacaciones al barrendero García
Albiol que no consiguió barrer Badalona pero sí que ha conseguido pulverizar el
voto al Partido Popular en Cataluña. No fue una buena idea poner a un ultra
como candidato y sería una gran idea darle un descanso para que reflexione, no
para que se vaya a Francia a pasárselo pipa con la tía Marine. Mariano Rajoy y
su partido tienen la última oportunidad de comportarse como el partido que
busca la unidad y el entendimiento de un país. Pero pedir sentido común al
Partido Popular es como pedírselo a Artur Mas, ellos creen que son muy
diferentes pero son casi idénticos envolviéndose en sus banderas para no soltar
las carteras. Donde deberían aplicarse aquello de menos samba y más trabajar es
en el Partido Socialista que celebra
como un triunfo el peor resultado de la historia del PSC en unas autonómicas,
allá ellos. Y también deberían dejar de dar el cante los chicos de Podemos con
coleta morada a la cabeza que hizo sonrojar a propios y extraños con su
respuesta karaokeizada a las impresentables burlas de Artur Mas. La política es
algo serio y estos días lo han recordado y advertido desde Aznar a Monedero.
Ciudadanos se ve ya en la Moncloa y es hora de que empiece a andar antes de
echar a correr, como todos. Sería bueno que los distintos candidatos y fuerzas
políticas comenzasen a presentar propuestas para acabar con un paro
tercermundista, la asfixiante precariedad laboral, los millones de ciudadanos
abandonados en la escombrera de la crisis…. Vivimos en un país que es uno de
los líderes mundiales en el turismo, la cultura y otros muchos campos. Deberíamos
tener líderes que hablen de soluciones porque si el discurso es el miedo y el
tú más, nada cambiará. Y luego está la mayor responsabilidad de todas que es la
de los votantes que deben distinguir
donde hay propuestas y donde hay solo miedo. La política y los cambios los
hacemos entre todos y todos somos responsables, o deberíamos serlo.
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